Resumen de la ponencia del Profesor Bauermeister realizada en la III Cena Benéfica de ADAHI.
Fue una velada muy agradable compartiendo experiencias en un ambiente distendido. Tuvimos el honor de escuchar al profesor Bauermeister, quien nos transmitió algunos de sus conocimientos sobre el TDAH, desde una perspectiva humanista y enriquecedora, así como de evidencia científica, ratificada por su larga trayectoria.
Nos recordó a modo de resumen la conceptualización del TDAH. Definiéndola como una condición Bioneuropsicológica que afecta al desarrollo de las habilidades cognitivas para:
• Autorregular y dirigir el comportamiento.
• Adaptarse eficazmente al entorno (cada vez más demandante)
• Cumplir con las normas establecidas.
• Alcanzar metas.
Diremos que todas las habilidades, anteriormente expuestas, inciden directamente en la Memoria de Trabajo, que el profesor Bauermeister definió como “la nota adhesiva, necesaria para recordar y utilizar información verbal o visual; que influye en los mecanismos de comprensión lectora, aritmética mental, problemas verbales, etc.
Ante la incertidumbre de alcanzar unos resultados compensatorios óptimos en el tratamiento a seguir, es importante tomar conciencia de que “EL TDAH no es homogéneo” (Barkley, 2014; Bauermeister y col., 2007; Hinshaw, 2014; Nigg, 2006). En cada persona puede variar la etiología, la expresión (impulsiva, inatenta o combinada), grados de persistencia y la respuesta al tratamiento.
Bauermeister nos transmitió la importancia de diferenciar el TDAH de la persona, poniendo ejemplos de cómo tratar el trastorno, sin etiquetar a quien lo padece. En este sentido dio pautas para llevarlas a cabo, tanto en casa como en el aula.
Una mención especial dedicó a la trasmisión de valores como la Empatía, que tan importante es fomentar en estos niños, como así lo desarrollan, Brooks, 1991; Brooks y Goldstein, 2003. Destacaremos que asistir a la escuela es un acto de valentía para algunos niños con TDAH y que presentan diferentes estilos de aprendizaje, que temen sentirse regañados y rechazados por sus dificultades. Por tanto, los educadores deben tener en cuenta valores como la empatía y la compasión para que pueden apreciar que su mayor aportación a la calidad de vida del estudiante no es únicamente la enseñanza de las matemáticas, la literatura o las ciencias.
Siempre “debemos hacer un esfuerzo por tratar al niño que tiene TDAH y no al TDAH”. Un niño o adulto con TDAH también tiene otros talentos, diferenciando que estos no están por tener TDAH, sino porque acompañan a la persona como tal.
Para finalizar, se debe tener en cuenta que no se puede hablar de “un tratamiento” sino de un programa que debe incluir, entre otros, los siguientes aspectos:
• Modificación de conducta en el hogar y escuela.
• Farmacoterapia.
• Paliar las posibles dificultades psicológicas, del lenguaje, motrices y educativas.
• Adaptación o revisión del programa escolar.
• Educación y comunicación efectiva entre padres y maestros.
Escrito por Antonia García Sánchez
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